7 claves para los espacios de aprendizaje híbrido

El aprendizaje híbrido en el aula -como en la oficina- ha llegado para quedarse y seguirá creciendo. Según un reciente estudio global Anthology/UNESCO, los estudiantes de universidad e instituto apoyan mayoritariamente la opción híbrida. De hecho, muchos dicen que la necesitan para seguir estudiando con éxito. Aunque los centros escolares -tanto de enseñanza primaria como secundaria- fueron los primeros en verse presionados por la pandemia para adoptar opciones de aprendizaje virtual de emergencia, aún queda mucho camino hasta conseguir formas eficaces y versátiles de hacer que las conexiones a distancia y las presenciales sean equitativas, atractivas y fáciles de usar tanto para los educadores como para los alumnos.

LO HÍBRIDO ES DIFICIL

El camino hacia el éxito de un modelo de aprendizaje híbrido se enfrenta a una serie de retos.

  • La comodidad varía con la tecnología – Los alumnos y profesores tienen distintos grados de familiaridad y comodidad con el uso de la tecnología integrada: monitores, pizarras digitales, configuraciones de audio y plataformas de software.
  • La tecnología puede ser un obstáculo – La tecnología puede hacer maravillas para conectar a las personas, pero si no se diseña e integra para obtener el resultado deseado, puede tener el efecto contrario, convirtiéndose en un impedimento para el aprendizaje y la interacción.
  • Los espacios deben dar más de sí: se pide al propio entorno que desempeñe un papel más importante. La movilidad y la ubicación de los monitores, las sillas, las mesas y las facilidades digitales forman parte integral de la experiencia de aprendizaje híbrido.

7 PUNTOS CLAVE

Existen siete puntos clave para mejorar los espacios de aprendizaje híbridos.

Lo sencillo siempre gana
Los primeros minutos son cruciales para el éxito de una experiencia híbrida. El uso de las aulas híbridas debe ser intuitivo, sencillo y pensado para el ser humano, con una tecnología sencilla que cualquiera pueda aprender y adoptar rápidamente. Esto se aplica a la configuración, las transiciones entre actividades y la resolución de problemas si algo va mal.

Humaniza a los participantes remotos
Los participantes remotos deben experimentar y estar representados en el espacio físico como si estuvieran allí. Deben sentirse integrados, no sólo como observadores. Las vistas de cámara deben proporcionar una visión natural y facilitar la distinción de quién está hablando. Siempre que sea posible, hay que encontrar la manera de que los participantes remotos salgan de la pared y entren en el espacio.

Que la tecnología sea móvil
La tecnología debe ser tan dinámica y flexible como lo requiera la experiencia. Asegúrate de que la cámara y la tecnología permiten a los moderadores moverse por la sala mientras utilizan las herramientas. En lugar de que la tecnología dicte si los alumnos pueden moverse y en qué momento, asegúrate de que las necesidades de los alumnos y las actividades determinen el movimiento y el uso de la tecnología.

Visión general, sin abrumar.
Los participantes deben poder ver fácilmente lo que necesitan, en cualquier momento. Sin embargo, las líneas de visión no deben ser complicadas ni descoordinadas. Es importante poder ver el contenido y a los participantes remotos al mismo tiempo. Estos elementos visuales consolidados permiten coordinar las líneas de visión y compartir la experiencia. Pero hay que tener en cuenta lo que todo el mundo ve cuando se utilizan todos los dispositivos. Las pantallas múltiples pueden crear una experiencia sobrecargada y repetitiva.

Energizar e igualar a través de lo analógico
Es importante que las herramientas analógicas sigan estando presentes, ya que pueden fomentar el dinamismo en las clases animando a los profesores y alumnos a moverse. Al permitir que las herramientas analógicas se compartan digitalmente, pueden servir de puente entre los alumnos presenciales y los que se encuentran a distancia, permitiendo que todos tengan una experiencia compartida al ver que ocurre lo mismo al mismo tiempo.

El audio, un básico
El audio es esencial para la participación. Los participantes siempre deben poder oír y ser oídos no deberían tener que hablar a un nivel al que no están acostumbrados y que parezca antinatural.

Lo híbrido para grupos pequeños
Las actividades en grupos pequeños son experiencias de aprendizaje importantes e impactantes. Apoye la participación de los grupos pequeños con herramientas digitales y analógicas. Organice las pausas en torno a las personas, no a la tecnología. El mobiliario y los dispositivos móviles facilitan las transiciones. Las soluciones para grupos reducidos también incluyen considerar cómo se puede oír claramente sin distracciones de fondo y cómo se pueden compartir virtualmente las herramientas analógicas.

EN RESUMEN

Los espacios de aprendizaje fáciles de utilizar fueron los que tuvieron más éxito. A menos que el uso del espacio sea fácil e intuitivo, la equidad y el compromiso son difíciles de conseguir. Al identificar oportunidades basadas en estos prototipos, los diseñadores de Grupo(a)², de la mano de los partners tecnológicos, tenemos la oportunidad de seguir optimizando los espacios de aprendizaje híbrido para profesores y alumnos de todas las edades.