El diseño del espacio como tercer cuidador
Existen evidencias científicas que demuestran la influencia directa de la arquitectura y el diseño de los espacios en la salud de las personas. Por ello, espacios como escuelas, oficinas vienen reclamando, cada vez más, una mayor humanización para ser entornos más amables, inspiradores y tecnológicos. También los centros hospitalarios.
En este sentido, incorporar al espacio interior de los hospitales condiciones que reflejen de alguna manera valores de la vida cotidiana, como las salas de estar confortables y cálidas en lugar de salas de espera más impersonales e incómodas, permiten humanizar la asistencia hospitalaria y al mismo tiempo mejorar el bienestar emocional.
De igual modo, la salud en los espacios de trabajo se ha convertido en un factor esencial para cualquier empresa, especialmente en estos momentos. Más allá de los conocidos riesgos físicos o ergonómicos, se encuentran los denominados riesgos psicosociales, los cuales plantean grandes dificultades en el ámbito de la seguridad y salud en el trabajo, capaces de influir en el bienestar y la felicidad de los trabajadores; pero también en el buen funcionamiento y productividad de las empresas.
El entorno laboral y el modo en que se organiza y se gestiona el trabajo influyen directamente en la salud de los trabajadores. Su cuidado puede lograrse, entre otros factores, con la distribución del espacio, con el tipo de mobiliario y también con los materiales que se emplean en los espacios de trabajo y zonas comunes.
La última tendencia en interiorismo es el concepto ‘Evidence-Based-Design’. Un método que combina el análisis cualitativo y cuantitativo para determinar qué espacios son relevantes, en qué medida y qué esperan las personas que van a hacer uso de ellos.
Actiu, empresa española representada por Grupo(a)2 en la Argentina, lleva años estudiando el funcionamiento de los espacios en el marco de su filosofía Cool Working que supone un proceso de análisis, asesoramiento y acompañamiento que identifica las necesidades de cada organización y ofrece la solución óptima teniendo en cuenta el espacio y el estilo de trabajo que se desarrolla en él.
La clave es también poner el foco en el impacto físico, psicológico y social que un determinado espacio tiene en las personas que lo utilizan durante un determinado espacio de tiempo, ya sea continuado o esporádico. Y en este sentido, además de datos cualitativos, se precisa también aplicar datos cuantitativos en su toma de decisiones para mejorar el bienestar de sus instalaciones.
Para posibilitar la introducción de estas mejoras da nacimiento a Gaia, una plataforma inteligente que permite medir parámetros en tiempo real sobre la temperatura, la humedad, el sonido, la luz, la presencia humana, así como la calidad del aire y de partículas en suspensión PM 2,5 y PM 10. Una información objetiva a través de datos de uso que se convierte en conocimiento para tomar decisiones a la hora de diseñar espacios.
Salud por tanto equivale a bienestar físico y anímico y es importante cuidar el equipo y los usuarios de los espacios, sea cual sea el sector, para conseguir entornos más amables, inspiradores y confortables. Porque las personas deben estar siempre en el centro de cualquier estrategia de diseño.