Oficinas vacías, conexiones hogareñas a Internet muy utilizadas y una cuarentena que propició el “home office”. De este modo, las restricciones impuestas para enfrentar la pandemia potenciaron el debate por la regulación del trabajo a distancia y el Congreso de Argentina aprobó la ley de teletrabajo.

Hasta el 30 de julio, la única normativa contemplada hasta entonces, la Resolución 1552/2012 de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo, ya obligaba al empleador a proveerle al teletrabajador cuatro elementos: una silla ergonómica, un matafuego de 1 kilo a base de HCFC 123, un botiquín de primeros auxilios y un mouse pad.

La ley aprobada el 30 de julio, determina que el empleador deberá proporcionar el equipamiento (hardware y software), las herramientas y el soporte necesario para el desempeño de las tareas y asumir los costos de instalación, mantenimiento y reparación de las mismas, o la compensación por la utilización de herramientas propias de la persona.

Además la ley aclara que en ningún caso el trabajador responderá por el desgaste de los elementos, producto del uso o paso del tiempo, como así tampoco por desperfectos o rotura de los instrumentos o medios tecnológicos que impidan la prestación de tareas. En esta situación, el empleador deberá proveer su reemplazo o su reparación a fin de posibilitar la realización de la jornada.

La importancia del mobiliario para el Home Office

Silla X5 Red y mesa de Trabajo Zen

El trabajo desde casa se ha convertido en los últimos meses, por imperativo sanitario, en la manera que han tenido millones de personas de seguir desempeñando su labor profesional. Ahora que se está orquestando el regreso a la oficina en muchas empresas, el trabajo remoto se considera, cada vez más, como un complemento al trabajo presencial. De ahí la importancia de equipar el Home Office con mobiliario que cumpla con los estrictos requisitos ergonómicos.

El mobiliario de Grupo(a)² cumple con certificaciones brindadas por el Instituto Argentino de Seguridad, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y de la Federación Argentina de Ergonomía. Además cuenta con un laboratorio de ensayos denominado CHAIR LAB que permite evaluar las tensiones que ocurren como resultado de una carga repetitiva en la estructura de los apoyabrazos, el respaldo y la espuma del asiento de sillas y sillones que comercializa.

“El Home Office seguramente se extienda por un largo tiempo, por lo tanto, como espacio de trabajo habitual tiene que cumplir con todos los requisitos e implicaciones de riesgos laborales. Deben estar claras sus consecuencias a largo plazo para la salud del trabajador, dependiendo de qué hacemos y de con qué mobiliario estamos trabajando», sostiene Daniel Cwirenbaum, Presidente de Grupo(a)².

La cuestión clave en la configuración del Home Office es la elección de sillas y mesas, pero también deben tenerse en cuenta otros factores como la iluminación, la ventilación, las condiciones ambientales, las pausas activas y la alternancia de tareas.