TENDENCIAS EN LOS NUEVOS ESPACIOS DE EDUCACIÓN

La pandemia originada por la COVID-19 ha impactado en el mundo en todos los sentidos. Sin embargo, los desafíos que está presentando esta crisis está generando retos para que las organizaciones evolucionen hacia una nueva realidad, acelerando la transformación tecnológica, económica y social.

Todo ello en un contexto que ya venía de un momento VUCA, caracterizado por la volatilidad, la incertidumbre, la complejidad y la ambigüedad. Y la educación, como fuente de conocimiento, de intercambio y de creación de nuevas generaciones de profesionales, también ha apretado el acelerador y demanda nuevos formatos, nuevas metodologías y nuevos espacios para aprender.

Los primeros intentos de transformación fueron tímidos. Quisieron ofrecer soluciones estáticas para un entorno tremendamente dinámico. La metodología tradicional, la más utilizada en la educación es algo que sólo está en los centros educativos, cuando lo que realmente le interesa al alumnado es conocer las herramientas que le esperan fuera. Cada vez es más necesaria una conexión entre aquello que los alumnos estudian en el aula y lo que desean las empresas de sus futuros empleados.

Actualmente las aulas albergan a la “generación Google” y, por tanto, no se les puede dar clase igual que a las generaciones anteriores, el objetivo no debería ser la memorización, porque su acceso a la información es inmediato. La memoria no es la inteligencia, es un algoritmo muy sencillo que recuerda lo más reciente, lo más frecuente y lo que asignan más valor. Hay que entrenar en saber buscar.

Ahora, con el foco puesto en las personas, como elemento principal y primordial de la educación, el sistema educativo ha virado su proceso para viajar desde la reproducción del conocimiento establecido a la generación de conocimiento.

En este momento las personas, su aprendizaje, sus habilidades y su talento, también sus valores y su bienestar representan el centro de la transformación de la educación. Referencias como la diversidad, en todas sus variantes, la sostenibilidad, la tecnología, la salud, la naturaleza están presentes en las nuevas propuestas educativas. En este sentido, los espacios que forman parte de los procesos de aprendizaje, en toda su dimensión, también están cambiando para ser más inclusivos y  adaptarse a las nuevas necesidades.

En el nuevo modelo, la educación se hace híbrida, combinando lo mejor de la formación online con lo más valioso de la presencial. Construyendo un modelo educativo más personalizado y dinámico que tiene en cuenta, además, otras competencias para conseguir estudiantes más motivados y comprometidos con su propio aprendizaje y, por tanto, con mejores resultados académicos, alineadas con las habilidades emergentes en el mercado laboral como las indicadas en el último informe presentado por el Foro Económico Mundial (FEM) en el año 2020, “The Future of Jobs Report 2020″

Los entornos, las aulas cubren todas las necesidades de sus usuarios con el objetivo de que puedan explotar al máximo su talento y creatividad sin perder de vista su bienestar. Cada espacio tiene su razón de ser y a la vez todos están interconectados entre sí para hacer más fácil la vida de las personas. El aula trasciende su concepto cerrado para abarcar todo el Campus. Cualquier espacio como jardines, pasillos, biblioteca, cafeterías, se convierten en lugares para conectar, compartir y adquirir conocimiento.

Los espacios monofuncionales y rígidos están dando paso a entornos multifuncionales, horizontales e integrados que requieren un equipamiento agile y smart. La organización del aula ya no es una cuestión estética, ni tan solo meramente práctica.

Dependerá, pues, de la metodología didáctica que se use: Thinking spaces, Making spaces, Share spaces (pensar, hacer, compartir), pero también de la jerarquía relacional y social que se persiga la forma en que deberá estar distribuido el mobiliario en el aula.

Además, la educación actúa como palanca de transformación del territorio para su regeneración ecológica, económica y laboral. Los centros de formación impulsan la vertebración territorial a nivel cultural, emocional y laboral. Resulta fundamental hacer atractivo el territorio para que los jóvenes quieran desarrollar su futuro profesional en las empresas que forman parte de esa zona, y así retener el talento local. Educación, Administración y empresa han de ir de la mano, desbordar el aula tradicional y ofrecer nuevos formatos como Lanzaderas para emprendedores, Hubs de innovación o escuelas de segunda oportunidad, entre otras.

En este sentido, Grupo(a)² de la mano del Ing. Daniel Cwirenbaum, en post de sentar las bases para una educación para el progreso, siempre ha estado en la búsqueda de las últimas tendencias en lo que refiere a los nuevos espacios de educación.