Privacidad en la oficina

Merriam-Webster define la privacidad de dos maneras: estar separados de otras personas – física o visualmente- y libre de intrusiones no autorizadas. La privacidad es un término difícil de definir. Posee diferentes significados. Si bien puede referirse a la soledad o al aislamiento, también puede relacionarse con el control de estímulos.

En muchos casos, aislarse en el trabajo o controlar los estímulos que recibimos no es posible. Las investigaciones manifiestan que la privacidad es un tema que preocupa en todo el mundo. Hay estudios que revelan que las personas sienten que tienen poca privacidad en sus espacios de trabajo. El estudio muestra que la capacidad de concentrarse, trabajar en equipo sin ser interrumpido o elegir dónde trabajar en función de la tarea que se va a realizar no se pueden satisfacer a menudo.

Los estudios demuestran que las personas buscan privacidad de diferentes maneras y hay espacios de trabajo que pueden satisfacer estas necesidades. El equipo de D+I de Grupo(a)² sugiere crear un ecosistema de espacios. Una variedad de zonas que permiten a las personas elegir dónde y cómo llevar a cabo las diferentes tareas. Esto se puede lograr con un nuevo espacio o rediseñando un espacio ya existente.

La Arq. Gabriela Kay, Jefa de Ventas de Grupo(a)² , describe los modelos concentrado y distribuido para aumentar la privacidad en el espacio de trabajo.

Modelos de privacidad concentrados y distribuidos

El modelo distribuido permite encontrar espacios donde poder aislarse dentro del espacio general. Algunos elementos como las pantallas de privacidad o pequeños enclaves generan estas zonas.

El modelo concentrado toma un espacio que está infrautilizado y lo convierte en un espacio con privacidad. El espacio se convierte en un destino donde las personas pueden acudir en busca de esa privacidad.

El grado de privacidad depende de las necesidades de la persona y la tarea a realizar. Gabriela Kay afirma que es necesario un abanico de espacios que incluya tanto espacios abiertos como semi-abiertos y cerrados.

Además según Gabriela, hay tres estrategias que los diseñadores deberían tener en cuenta para satisfacer las necesidades de privacidad de las personas en su espacio de trabajo.

 

3 Estrategias de diseño para espacios de privacidad

1) Permitir que las personas sean su mejor versión

Proporcione a las personas la posibilidad de moverse dentro de un entorno y controlar ciertos elementos del espacio como atenuar la luz, cambiar la temperatura o controlar la postura de trabajo: de pie o sentado.

2) Crear experiencias personalizadas que permitan recargar pilas y concentrarse

Diseñe un espacio para una determinada experiencia con el objetivo de poder concentrarse y recargar pilas.

3) Planificar teniendo en cuenta el equilibrio

Analice el entorno y determine cómo utilizar la configuración de privacidad para sacarle el mayor partido. De esta manera, dicha configuración puede mejorar el espacio de una manera más completa. Es importante tener en cuenta las necesidades de privacidad tanto planificadas como no planificadas y proporcionar un equilibrio.

“Se trata de satisfacer las necesidades de las personas. Dándoles la posibilidad de elegir y controlar dónde y cómo trabajar; creando un ecosistema correcto en su espacio de trabajo”, afirma Gabriela Kay.